La pérdida de un hijo es uno de los duelos más difíciles de asimilar, en este artículo vamos a hablar sobre el duelo perinatal y sus consecuencias.

DUELO PERINATAL: UNA FORMA CONMOVEDORA DE DUELO

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La pérdida de un hijo es uno de los duelos más difíciles de asimilar, en este artículo vamos a hablar sobre el duelo perinatal y sus consecuencias.

El duelo perinatal es de naturaleza diferente a otros duelos, como el que sigue a la muerte de un padre anciano o de un cónyuge de larga duración. Se define como el duelo que experimentan los padres tras la muerte de un bebé durante el embarazo, el parto o el primer mes después de su nacimiento, lo que incluye el aborto espontáneo, el embarazo ectópico, la interrupción del embarazo, el mortinato y las muertes neonatales. Cada año, en Australia, miles de familias experimentan el duelo perinatal. La muerte de un bebé es un acontecimiento muy estresante y los padres en duelo suelen experimentar una gran angustia emocional. Su respuesta inicial a la muerte de su bebé puede incluir el entumecimiento emocional, la confusión, la incredulidad y el shock, que pueden ser un mecanismo para hacer frente al impacto abrumador de la muerte de su bebé a corto plazo.

 

Naturaleza del duelo perinatal

Se trata de una forma de duelo que es a la vez «desprovisto de derechos» y complicado porque estas muertes suelen ocurrir sin previo aviso y son contrarias a nuestras expectativas sobre la vida (Doka, 1989; Zhang, El-Jawahri y Prigerson, 2006). Muchas veces se producen en circunstancias sin una explicación o causa de la muerte. Esta falta de información sobre los factores que han llevado a la muerte del bebé puede crear angustia en los padres y otros miembros de la familia, ya que se esfuerzan por dar sentido a su pérdida. Puede ser difícil anunciar un embarazo y su desaparición al mismo tiempo a la familia y los amigos, ya que muchas parejas no mencionan el embarazo hasta después del final del primer trimestre. Asimismo, para aquellas parejas que tienen problemas de fertilidad y pueden haber utilizado tecnología de reproducción asistida para lograr la concepción, decidir si han sufrido un aborto espontáneo o un «ciclo fallido» puede influir en la forma en que quieren expresar su dolor y en quién buscan apoyo.

Sin embargo, aunque el embarazo haya avanzado más allá de la semana 20 de gestación, cada año mueren en Australia unos 3.000 bebés antes, durante o poco después del nacimiento (Laws & Sullivan, 2010). Aunque muchos de los padres de estos bebés gestionan su duelo dentro de sus redes habituales, algunos buscan apoyo en otros lugares, como organizaciones de autoayuda y de pares como SIDS and Kids. Estas organizaciones suelen describir sus servicios como «apoyo al duelo», no como una terapia.

Al igual que ocurre con otras formas de duelo, los padres en situación de duelo perinatal pueden expresar su dolor de diferentes maneras, que pueden oscilar entre el duelo «instrumental» y el «intuitivo» (Doka y Martin, 2010). Los dolientes instrumentales suelen expresar su dolor «haciendo» algo. Esto puede variar desde hacer un jardín conmemorativo hasta crear una fundación en memoria de su bebé. Los dolientes intuitivos suelen expresar su dolor con palabras. Necesitan hablar de lo sucedido y de cómo se sienten. Puede ser habitual que las mujeres expresen su dolor con un estilo más intuitivo y que se quejen o expresen su preocupación porque sus parejas no sienten el mismo nivel de dolor porque no lo expresan de la misma manera. Ayudar a estos padres a entender que las diferentes formas de hacer el duelo no son mejores o peores que las otras, sino que se adaptan mejor a diferentes personas, puede ayudarles a entenderse mejor y a mantener su relación.

 

DUELO PERINATAL: UNA FORMA CONMOVEDORA DE DUELO

 

Síntomas del duelo perinatal

Como se trata de una muerte al principio de la vida y puede ser la primera muerte que estos padres han experimentado, la depresión puede ser un síntoma común (Winjngaards-de Meij et al., 2005). Los padres luchan por asimilar la pérdida de su bebé y la pérdida de la vida que esperaban disfrutar. Puede ser una gran crisis existencial. La madre a menudo no sabe qué hacer, ya que había planeado cuidar de un bebé. Puede angustiarse al tener que tomar decisiones sobre si debe volver a trabajar o quedarse embarazada de nuevo. Su pareja también suele luchar con estas cuestiones, mientras intenta apoyarla y siente que su situación puede ser ignorada por la familia, los amigos y los colegas.

La ansiedad es común en los padres que experimentan el duelo perinatal, especialmente si no se explica la causa de la muerte de su bebé. Es comprensible que estos padres se culpen a sí mismos. Pueden tener la sensación de que deberían haber sabido que algo iba mal en su bebé y haber sido capaces de «arreglarlo». Algunos experimentan estrés postraumático y necesitan ayuda para hacer frente a los síntomas, como los recuerdos (Engelhard, van den Hout y Arntz, 2001).

Aproximadamente el 75% de los padres en duelo vuelven a tener otro bebé (Boyle, Vance, Najman y Thearle, 1996), y estos embarazos suelen estar cargados de ansiedad, ya que los padres se dan cuenta de las numerosas amenazas para la salud de la madre y del bebé en desarrollo. Suelen estar especialmente ansiosos cuando se acerca la misma etapa del embarazo/vida del bebé fallecido, aunque no hay garantías de que los bebés siguientes no experimenten problemas similares. Si la muerte del bebé se debe a una infección vírica o bacteriana, estos padres pueden preocuparse demasiado por la limpieza, a veces hasta el punto de desarrollar un trastorno obsesivo compulsivo.

Es frecuente que los padres en duelo tengan amigos y familiares que también están embarazados o tienen bebés o niños más o menos al mismo tiempo. Esto puede suponer dificultades para ellos, ya que intentan alegrarse por los demás que tienen bebés vivos y sanos, mientras que estar en su compañía les recuerda su propia pérdida. Muchas parejas en duelo expresan su incomodidad sobre cómo estar con sus amigos en estos momentos tan dolorosos para ellos.

Incluso el nacimiento de los siguientes bebés puede tener un impacto negativo en el equilibrio emocional de estos padres. En primer lugar, muchos de sus familiares y amigos pueden esperar que estén «mejor» o que encuentren un «cierre» ahora que tienen un bebé vivo, pero esta expectativa no comprende la naturaleza vitalicia del duelo perinatal. Los teóricos modernos del duelo alientan la expresión de los «vínculos continuos», para que los padres encuentren una forma de expresar el lugar que ocupa el bebé fallecido en su familia (Klass, Silverman y Nickman, 1996). Sin embargo, entonces los padres pueden ser más propensos a hacer comparaciones sobre lo que esperaban hacer con su bebé fallecido mientras cuidan de su nuevo bebé. También pueden tener dificultades para darse cuenta de que el siguiente bebé podría no haber sido concebido si el otro bebé no hubiera muerto. Puede haber muchas capas de pérdida y culpabilidad para estos padres (Barr, 2004).

Otra dificultad que estas parejas tienen que negociar es el impacto de su pérdida en su relación, ya que a menudo luchan por encontrar la resistencia emocional necesaria para ayudarse mutuamente mientras se enfrentan individualmente a su propia angustia por la muerte. Un estudio ha demostrado que, a pesar de la presión ejercida sobre su pareja, la mayoría de las parejas que tenían una relación mutuamente satisfactoria antes de la muerte de su bebé consiguen mantener su unión (Najman et al., 1993). Por el contrario, es más frecuente que las parejas que ya tenían problemas en su relación se encuentren con que la tensión por la muerte de su bebé es tan grande que se rompen.

 

Intervenciones para el duelo perinatal

Los padres en duelo suelen ser remitidos a terapia psicológica cuando la forma en que expresan su dolor está interfiriendo gravemente en su capacidad para gestionar su vida cotidiana. Aunque es habitual que estos padres expresen ideas suicidas, también son muy conscientes del impacto de la muerte de un ser querido y, por tanto, suelen ser reacios a infligir este dolor a sus familiares o amigos cercanos.

La terapia de pareja especializada que explora las diferentes formas en que los dolientes instrumentales e intuitivos expresan su dolor puede ser útil para abrir la conversación entre los padres sobre el impacto que la muerte está teniendo en cada uno de ellos. Esto les permitirá apreciar sus diferencias en lugar de interpretar otras formas de duelo como algo patológico.

Therese Rando, una renombrada teórica del duelo, está a punto de publicar un libro sobre intervenciones para este tipo de pérdidas (Rando, en prensa). Sus recomendaciones para los afectados por el duelo perinatal pueden ser útiles (presentadas en el recuadro de información). También pueden aplicarse las estrategias que se han utilizado para el tratamiento del trastorno de estrés agudo asociado a una pérdida traumática, como las recomendadas por Richard Bryant et al. (2008).

Es vital, cuando se asiste a un cliente en duelo por una muerte perinatal, no aplicar simplemente las estrategias de las teorías sobre otras formas de duelo. Esta profunda experiencia en la vida de los padres necesita ser explorada en su totalidad para identificar el significado particular de la pérdida para cada persona, y luego adaptar la asistencia en consecuencia.

 

Estrategias de tratamiento del duelo perinatal

  • Estrategias de exposición – reprocesar los recuerdos y las emociones
  • Estrategias cognitivas – promover el diálogo positivo con uno mismo
  • Manejo de la ansiedad – abordar todas las manifestaciones de ansiedad
  • Regulación de los afectos y las cogniciones – aumentar lo positivo y disminuir lo negativo
  • Conectar con los demás – volver a comprometerse de forma significativa y aceptar el apoyo
  • Contar la historia – desarrollar la narrativa en torno a la muerte
  • Reconstruir el significado personal – renovar la narrativa vital interrumpida.

 

Referencias: Margaret McSpedden MAPS, Bereavement Support Manager, SIDS and Kids NSW

Diego Gallardo

Soy Gestor de Asistencia Familiar de DKV Seguros - ERGO Seguros en la desde 2011. Mi trabajo consiste en atender in situ a los familiares de los asegurados fallecidos, organizar y coordinar las gestiones del Servicio Funerario, activar el servicio de Atención Psicológica al Duelo y dar inicio a las gestiones para la tramitación de documentación y trámites; como pensiones, últimas voluntades, etc. Desde el primer momento entendí que lo que más valoran las personas que acaban de perder a un ser querido es el trato humano, cercano y profesional. Tener la oportunidad de atender los familiares de una persona fallecida en las primeras horas del duelo es un aprendizaje continuo. Estar ahí, cerca pero con la respetuosa distancia que requiere el momento es lo más importante. Te invito a otra de mis webs, en la que puedes conocerme un poco mejor: DiegoGallardo.es

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